El Gabinete de Psicología – Blog de Psicología – ¿Cómo hacer una crítica constructiva?
¿Qué es una crítica constructiva?
Criticar según la RAE tiene dos acepciones; por un lado, analizar pormenorizadamente algo y valorarlo según los criterios propios de la materia de que se trate; y por otro, hablar mal de alguien o de algo, o señalar un defecto o una tacha suyos.
Ambas definiciones son dos caras de la misma moneda aplicadas a la psicología, ya que, al igual que existen críticas relativamente objetivas que buscan ayudar a quien la recibe a ser consciente de otras perspectivas y opciones, y fomentar su mejora, (crítica constructiva), también existen las críticas enfocadas en desmerecer a la otra persona, únicamente con el objetivo de minar su autoestima, y de generar daño emocional (crítica destructiva).
¿Cómo hacer una crítica constructiva?
Idealmente, toda crítica emitida hacia otra persona debería de ser constructiva, ya que es de la única manera en la que somos capaces de transmitir nuestra opinión, sin imponer, y sin atacar personalmente
Una crítica constructiva debe de seguir las siguientes pautas:
- Estar enfocada desde la empatía, es decir, desde la capacidad de poder ponernos en la piel de los demás, entendiendo así sus motivos, conductas, y emociones. De esta manera, podremos ajustar nuestra crítica a nuestro interlocutor, y no generaremos el daño emocional característico de la crítica destructiva. Si nuestra crítica surge desde nuestras inseguridades o envidias, no podremos realizarla de manera constructiva.
- Ser específica, y centrada en el problema y no en la persona.
- Ofrecer alternativas, o soluciones al problema planteado. Si nos quedamos en señalar el problema, estaremos siendo destructivos, ya que el otro no ganará nada con nuestra aportación, sólo le cargaremos a nivel mental.
- Buscar la mejora y desarrollo de la otra persona, no la eliminación de lo criticado.
- Ser asertiva, es decir, planteada desde el respeto y la empatía.
¿Cómo hacer una crítica constructiva a un profesor?
Como en cualquier crítica constructiva lo primero será fijarnos con qué intención queremos hacerla.
Si nuestro objetivo es fomentar el cambio y ayudar a que el profesor vea el error, estamos buscando hacer una crítica constructiva, si por el contrario, nuestra intención es atacar o hacer daño a esta persona, nuestra crítica será destructiva y tendremos que pararnos aquí.
Una vez repasada nuestra intención, deberemos de plantearnos cómo emitirla de manera asertiva, empática, y siempre ofreciendo alternativas o soluciones. La regla principal de la asertividad, es que debemos de opinar y decir lo que pensamos, pero sin dañar al otro, ni permitir que nos dañen, es decir, uno no es más asertivo por ser más agradable, sino por respetar al otro mientras se es firme con su propia opinión.
Miremos paso a paso cómo realizar la crítica:
- Mostrar comprensión y apoyo hacia la otra apersona: “Creo comprender por qué los has hecho de esta manera…”.
- Deberemos de introducir nuestra crítica siempre en primera persona, y centrada en el problema: “sin embargo, yo considero que se podría haber hecho un poquito mejor, ya que no hubo conexión con los alumnos”.
- Ofreceremos soluciones o alternativas: “para la próxima yo intentaría cambiar el tono con el que has impartido la clase”.
Es muy importante recordar la empatía, y no decir cosas a la otra persona que no nos gustarían que nos dijesen a nosotros mismos. Hay muchas maneras de transmitir la verdad, o al menos la nuestra, por ello, siempre deberemos de intentar hacerlo desde la sensibilidad.
Beneficios de una crítica constructiva
Ser capaces de realizar las críticas de esta manera, favorecerá no solo a nuestras relaciones con los demás (al no sentirse atacados, sino apoyados y comprendidos), sino también a nosotros mismos: está demostrado que el tipo de lenguaje que usamos con los demás, tiende a generalizarse y usarse en nuestro diálogo interno. Es decir, aprender a ser más compasivos y amables con los demás, hará que acabemos siéndolo con nosotros mismos.
De esta manera, se irá disminuyendo la autocrítica negativa, el perfeccionismo, y los juicios de valor. En consecuencia, aumentará nuestra autoestima, capacidad de gestión emocional, y disminuirá la incidencia de los trastornos emocionales, tales como los trastornos de ansiedad o la depresión.
Por otro lado, ser los receptores de una crítica constructiva, nos ayudará a ser conscientes de la existencia de un problema concreto a solucionar, y nos brindará opciones de cambio para él.
Nos enseñará a ser conscientes de nuestros errores, pero desde un enfoque compasivo, sin juicios negativos atribuidos a nuestra persona, no viéndose perjudicada nuestra autoestima. Además, nos sentiremos capaces de afrontar el problema, independientes y libres, y respaldados por quienes nos han realizado la crítica constructiva.